Gente con teléfonos móviles que invaden su espacio personal, colegas de e-mail que dan rienda suelta a sus frustraciones, jefes abusones que tienen el poder suficiente para salirse con la suya, compañeros de trabajo quejicas cuya negatividad le está volviendo loco. En el mejor de los casos, estas personas pueden hacer que la vida sea estresante y desagradable. En el peor pueden impedirle que alcance unos objetivos importantes. La buena noticia es que tiene en sus manos, sin lugar a dudas, poder sacar a la superficie lo mejor de las personas que están en sus peores momentos gracias al enfoque innovador y demostrado de Brinkman y Kirschner para tratar con las personas difíciles.