«Bien sé que el ser humano es mortal, y la clave de mi vida ha sido siempre no entretenerme a pensar en ello. Cuando mi carácter rebelde me hizo abrazar la arriesgada profesión de luchador revolucionario, cuando nadie me obligaba a hacerlo, supe que una larga vida era bastante improbable para mí. Yo no era un jefe de Estado sino un individuo muy corriente. No he heredado cargo alguno ni soy rey, por tanto no tengo por qué preparar a ningún sucesor, ni mucho menos ahorrar al país el trauma de una transición caótica.»
Mito e icono, este hijo de terratenientes educado por jesuitas es una de las personalidades más polémicas de la era contemporánea. Descubrir su vida y sus contradicciones constituye el primer paso para analizar con objetividad la política del líder caribeño --cuya imagen siempre ha estado mediatizada por prejuicios de todos los signos-- y comprender, en toda su extensión, qué podría ocurrir tras la desaparición de tan emblemática figura.
Siguiendo a Fidel Castro, superviviente nato, recorremos además las tensas relaciones entre Oriente y Occidente, Norte y Sur, ricos y pobres, que han caracterizado en gran medida la historia el siglo XX.