En la actualidad la principal cualidad de un buen jefe ya no es el don de mando. Dirigir se ha convertido en una tarea mucho más compleja donde la psicología y la capacidad de establecer relaciones positivas desempeñan un papel esencial. Un directivo competente ha de saber transmitir unos objetivos a su equipo y crear el ambiente de cooperación necesario para alcanzarlos. En este libro encontrará los principios básicos para ejercer una direccion eficaz en el trabajo cotidiano en cualquier actividad profesional.