Los trastos cubren todo el suelo de la habitación de Mauricio. El chico guarda en ella todo lo que encuentra. Sus padres ven la solución cuando se presenta la oportunidad de volver a vivir en la casa de campo familiar. Allí Mauricio podrá desarrollar todas sus aficiones.
Este libro es una auténtica crónica de la vida de los niños en la ciudad, restringida por las cuatro paredes de un cuarto.
La gracia con que se suceden los episodios hacen de este relato una obra muy original y entrañable.