Cada mañana cuando se levanta, Lucy Hall piensa lo mismo: «¡Qué infierno ir a la escuela!». Sabe que en la puerta la esperan Melanie Prosser y sus dos fieles amigas dispuestas a amargarle el día. ¿Cómo parar sus ataques? Lucy no sabe qué hacer, pero por suerte cuenta con la ayuda de su amigo Angus y de otros compañeros de la escuela…