Si procedemos, evolutivamente hablando, de los bosques, también conviene reconocer que en estos momentos dependemos de los mismos.
Resulta imposible encontrar una mejor ocurrencia en la historia de la vida que las arboledas. Son los puntos de encuentro de todas las fuerzas, elementos, procesos y ciclos que consiguen la continuidad de la vida.
Son incesantes productores de materias primas esenciales y de principios activos para remediar las enfermedades, sobre todo las ambientales, como son el avance de los desiertos y el cambio climático. Aliados pues para enfrentarnos a los más graves deterioros del planeta.
Conozcamos nuestros bosques a través de la selección del más representativo de cada una de nuestras provincias.