El 5 de agosto de 1939, trece mujeres, en su mayoría menores, fueron fusiladas ante la tapia del cementerio del Este de Madrid, en uno de los episodios más crueles de la represión franquista. Por su juventud se las comenzó a llamar las trece rosas, y su historia es una de las más conmovedoras de aquel tiempo de odio fratricida. La sobrina nieta de Martina Barroso, una de ellas, nos cuenta lo ocurrido.