A finales de los años 70 y al filo ya de la transición política, Ana, una joven perteneciente a la alta burguesía barcelonesa, busca su propio camino rebelándose contra su origen social al dedicarse al ámbito de la producción cinematográfica y teatral, tomando posiciones de la izquierda ilustrada y dejándose llevar por un frenesí sexual que la aleja cada vez más de la felicidad.
En unos momentos en que la sociedad española intenta encontrar nuevas formas de convivencia política, la protagonista se siente desconcertada ante un pasado que la avergüenza, un presente que la desborda y un futuro que no acierta a definir. Su perplejidad es, en gran parte, la de toda una generación, una colectividad decididamente dispuesta a cambiar, aunque sea a tientas.
Con su característica contención de tono y precisión en el detalle, Jorge de Cominges prosigue aquí su personal tarea narrativa: «Discretamente y como quien no quiere la cosa, ha ido elaborando en los últimos quince años un retrato de grupo de la alta burguesía catalana en el que la mirada superminuciosa y la ausencia de juicios de valor componen un original mosaico hiperrealista. (Sergio Vila-Sanjuán, Cultura/s, La Vanguardia)