Cuando Sonia era pequeña la vida le parecía algo aterrador. Sólo cuando bailaba se liberaba de sus miedos. Así empezó una búsqueda de nuevos estilos hasta que encontró la danza senegalesa.
Con ese descubrimiento encontró también el amor, y a pesar de la oposición de su familia se casó con Pape, que tenía todo lo que podía desear en un hombre... y algo más: unas costumbres desconocidas, dos mujeres y varios hijos.