«Hasta ahora hemos vivido entre ustedes de una manera bien discreta. Sin levantar sospechas acerca de cuáles eran en realidad nuestras actividades. Durante el día somos abogados, funcionarios, reporteros, historiadores, biólogos, escritores y, por supuesto, periodistas. Pero cuando las luces se apagan y las personas normales se van a sus casas, empieza realmente nuestro trabajo, el de verdad. El que hasta ahora nunca les habíamos contado de manera tan abierta. »Los integrantes de la Sagrada y Soberana Orden do Cavaleiros do Sertaô somos centinelas. »Y lo llevamos siendo desde hace siglos. Cabalgamos por los límites de nuestra realidad, patrullando siempre en busca de aquellas cosas que puntualmente se cuelan por las fronteras de nuestro mundo. En ocasiones las hemos combatido, y no siempre hemos ganado. Algunas de ellas aún deambulan por nuestro mundo, y son peligrosas. Otras, las peores, están tratando de entrar por todos los medios. »Nosotros somos los guardianes, los Caballeros del Sertao, y creemos que ha llegado el momento de que ustedes sepan. »