En un futuro no muy lejano, lo único que hace soportable la vida a los seres humanos son las drogas. Obligados a huir de un planeta Tierra casi inhabitable, los colonos de Marte viven bajo el dominio de Leo Bulero, propietario de Equipos P. P., la compañía que fabrica las miniaturas y administra el alucinógeno ilegal (Can-Di) que les permite evadirse trasladándolos a universos y cuerpos de muñecos tipo Barbie. El monopolio de Bulero se ve seriamente amenazado cuando Palmer Eldritch regresa de un largo viaje trayendo consigo una droga nueva y legal (Chew-Zi) que anuncia bajo el lema «Dios promete la vida eterna. Nosotros la proporcionamos».
El antihéroe de esta novela, Barney Mayerson, empleado de Equipos P. P., se verá inmerso en una trepidante intriga que le enfrentará a conflictos de lealtad, justicia y amor. A su vez, se acercará al núcleo de un misterio: ¿qué pretende Palmer Eldritch? Ya no parece humano, ¿qué clase de metamorfosis ha sufrido? ¿Se ha convertido en una divinidad o en un ser infernal?
Ésta es una novela absorbente donde se despliegan motivos constantes en la narrativa de Dick: la mezcla de drogas y religión, el malestar psicológico de los personajes, el poder y la locura, la presencia de un demiurgo cruel y, sobre todo, la multiplicidad de niveles de la realidad y la difusa frontera entre ésta y la ilusión.