En el pequeño pueblo de Wefford aparece, congelado y mutilado en la linde de un camino, el cadáver de Agatha Kyteler, considerada por algunos una temible bruja. Con la ayuda de su fiel amigo Simon Puttock, sir Baldwin Furnshill emprenderá la búsqueda del culpable. Sus investigaciones les llevarán al lado más oscuro de la aldea, desvelando un laberinto de celos, miedo y pasiones desleales.