El oficial nazi Radek era el encargado de ocultar las pruebas del Holocausto. Hoy, Radek es Vogel, vive en Viena y es dueño de un banco de inversiones. Gabriel Allon va a Viena a investigar un atentado. La investigación adquiere tintes personales cuando Allon reconoce en Vogel no sólo al sádico Radek sino al asesino que estuvo a punto de matar a su madre en el campo de concentración.