Josh Goldin está disfrutando de un descanso en la sala de café de su ofi cina cuando recibe el mensaje de la llamada de su mujer, un mensaje sobre su hijo que menciona «cuidados intensivos» y «pérdida de conocimiento».
Esa mañana Dori había llevado de urgencias al pequeño Zack, de ocho meses. El bebé parecía sufrir algo grave, pero a la doctora Darlene Stokes algo en la actitud de la madre le parece sospechoso. Había oído hablar del síndrome de Munchausen, que padecen madres que hieren intencionadamente a sus bebés, pero nunca se había encontrado con ningún caso.
Una novela sobre una mujer dispuesta a arriesgarlo todo para volver a sentir algo, una doctora cuya vida se tambalea por culpa de un diagnóstico y un hombre para quien, de repente, ser buen marido y buen padre dejan de ser compatibles.