Tras varios años de duro trabajo en el planeta Zarathustra, la suerte de Jack Holloway cambia cuando descubre una veta repleta de un mineral de valor incalculable. Jack consigue asociarse con la empresa ZaraCorp para que ésta se encargue de las labores de extracción a cambio de un porcentaje de los beneficios. Pero todo se complica cuando un ser bípedo y peludo, encantador, confiado y ridículamente mono, se cuela en su cabaña, seguido, poco después, por el resto de su familia.
Poco a poco Jack se va dando cuenta de que los pequeños seres son inteligentes, y que, por tanto, pueden suponer un grave inconveniente para ZaraCorp, que no podría explotar el planeta si se demostrara que lo habitan seres sintientes. Jack sabe que la corporación no se detendrá ante nada para eliminar a los «peludos» antes de que su existencia pase a ser de conocimiento público, pero ¿será capaz de renunciar a una suculenta comisión por demostrar que los peludos son seres inteligentes y, por tanto, los legítimos amos de su hogar?