Robin Lear lo tiene todo: es rica, guapa y sexy hasta que su padre enferma y decide dejarla sin empleo para que aprenda lo que es la vida. Quien sabe mucho sobre eso es Jake, el contratista que está reformando la casa de Robin. Ambos tienen mucho que aprender el uno del otro. Jake enseñará a Robin a sentar la cabeza. Robin le enseñara a Jake a perderla.