Ágata Martí decide irse a trabajar a Londres para dar un cambio a su vida. Allí se reencuentra con Gabriel, el mejor amigo de su hermano, quien la acoge en su casa y le da un empleo en el periódico donde trabaja. Ágata y Gabriel se dan cuenta de que sienten la misma atracción que en la adolescencia, pero Gabriel no confía en el amor y Ágata no está dispuesta a conformarse con menos.