La fase madurativa por la que atraviesan los alumnos de Educación Primaria no supone un obstáculo para que aprendan a mantener el orden y la disciplina. Sin embargo, la sociedad de hoy en día, con toda su carga de agitación y de estrés, y el sistema educativo actual, más abierto y menos rígido, hacen de estos objetivos un problema que se plantean los docentes constantemente.
Este libro proporciona unas bases sólidamente estructuradas para que la relación maestro-alumno sea abierta y cordial, sin ser excesivamente rígida pero sin llegar a socavar en ningún momento la autoridad que va a permitir al maestro mantener el orden en cualquier circunstancia. Un orden y una disciplina asumidos por todos, concertados entre todos e, incluso en algunos casos, controlados por todos, no sólo por el maestro. En este proceso, los pactos, la tutoría, la comprensión de que la disciplina es una actitud interna, la motivación, la atención a la identidad personal y la colaboración de los padres juegan un papel decisivo.