Un thriller de ambiente sofocante y adictivo que confirma a Hervé Le Corre como uno de los grandes maestros del crimen europeo.«Una novela abrasiva, fascinante y tensa, casi simbólica.»
LibérationUn hombre desorientadoFranck sale de la cárcel tras cumplir condena, no quiso delatar a su cómplice en un atraco: Fabien, su hermano mayor. Lo acoge en su casa Jessica, la novia de Fabien, esperan su regreso de España, adonde fue a cerrar un negocio. Pero el lugar al que llega Franck es una asfixiante vivienda que debe compartir con la familia de Jessica y un perro amenazador.En un ambiente hostilEntre los pinos de las Landas de Gascuña, lejos de Burdeos, el verano trae un calor denso, húmedo y malsano que despierta los más bajos instintos. Además, una banda violenta hostiga a Jessica y su familia. Cuando salgan a la luz los motivos reales de la ausencia de su hermano, Franck dejará de una vez por todas su disfraz de perro dócil y se convertirá en un lobo despiadado.Se volverá salvajeEn Perros y lobos se mezclan la rapidez del thriller, el tono sombrío de la novela negra y un singular calado psicológico. Hervé Le Corre se revela como un escritor capaz de aunar extremos: el lirismo del paisaje agreste con la más cruda violencia humana.Críticas:
«Una novela llena de cosas no dichas y amenazas latentes, de violencia contenida o explosiva, de esperanzas frustradas y de terror muy real. Todo aquí es simplemente mag-ní-fi-co.»
Bernard Poirette, RTL«Le Corre es digno heredero de la escuela negra estadounidense, de los poetas de las tierras olvidadas, de los inadaptados y los vencidos, de sus historias salvajes, de su poesía seca.»
Michel Abescat, Telérama«Su mirada afilada corta con precisión un espeso magma de pulsiones, con una escritura cuya justeza es remarcable.»
Alexis Brocas, Le Magazine Littéraire«Dos años después de su espectacular novela negra sobre la guerra de Algeria, el autor de Après la guerre cambia de registro para sumergirse en un ambiente sórdido y venenoso digno del mejor Jim Thompson. Con este Perros y lobos tan repleto de personajes degenerados, Hervé Le Corre firma, como estilista memorable, una gran novela criminal -white trash- a la francesa.»
Philippe Blanchet, Le Figaro«El descubrimiento tardío de Hervé Le Corre, cuyas novelas recorren las zonas desheredadas de las Landas de Gascuña, al sur de la Gironda, no debería desviarnos del hecho de que, muy probablemente, se trate de nuestro mejor autor de novela negra.»
Arnaud Gonzague, Le Nouvel Observateur«Perros y lobos es una incursión sin concesiones en la existencia sórdida de unos personajes que viven sobre el abismo.»
Annie Rivier, L'Express«Con Le Corre, la novela negra se consume muy negra y bien tensa. Es justamente lo que convierte al autor bordelés en uno de los grandes de Francia en su género.»
S ébastien Le Jeune, CNEWS Matin-Bordeaux 7«Autor faro del thriller francés, Hervé Le Corre ha escrito una novela más negra que policial; un libro áspero y tenso que nos sumerge en una Gironda rural minada por la violencia. Con Perros y lobos, Hervé Le Corre ha dado su mejor versión.»
Jean-Marc Le Scouarnec, La Depeche«Simple y llanamente: Perros y lobos es un gran libro, de los que se te quedan pegados a la piel por su atmósfera, sus imágenes, sus personajes. Un libro pegajoso, abrasivo, fascinante, que te lleva lejos, muy lejos de los caminos trillados del género, con una escritura tensa y magra, casi simbólica, una mezcla de poesía y realismo, como si Edward Hopper hubiera viajado al sur de la Gironda, aunque también pasaría por un escenario de Texas o de Wyoming, una mezcla de Ron Rash y Bill Pronzini.»
Alexandra Schwartzbrod, Libération«Consagrado, gran estilista y sabedor de que la belleza es redentora, Hervé Le Corre es nuestro gran escritor de la fatalidad.»
Macha Séry, Le Monde«Una novela claustrofóbica, tensa y con una dimensión social apasionante.»
Pierre Sorgue, Le Parisien«En el corazón de la novela vive un tema recurrente en el autor, el de la infancia sacrificada, que sublima el más bello e insólito talento de Le Corre: escribir con empatía del ser humano.»
Élise Lépine, Transfuge