TRANSTORNOS DE LA INFANCIA

Muchas veces los padres no están preparados para los contratiempos que les plantean sus hijos. En ocasiones, el niño está tan idealizado que no podemos soportar ningún fallo en él, ya que entonces, en nuestro pensamiento, ese error podría imputarse a los padres. Así, y en el deseo de que todo vaya a la perfección, cualquier trastorno puede vivirse con un gran sentimiento de culpa o con enorme autoexigencia por parte de los progenitores, lo cual les impide actuar con naturalidad. Si a ello añadimos las comparaciones, las opiniones de los familiares, etc., las cosas pueden llegar a complicarse tanto que incluso llegue a ignorarse la aparición de una verdadera dificultad.


¿Cuándo se hace necesario consultar con un especialista? En general, cuando las cosas, lejos de resolverse, se convierten en problemas crónicos, cuando el clima familiar es ya de tensión y angustia. Pero esto no tiene por qué exigir un tratamiento: a veces el solo hecho de poder despejar ciertas dudas o revisar algunas actitudes --de reconocer, en fin, los problemas reales de la pareja-- puede provocar un cambio en la situación.


Todas estas cuestiones se abordan en el presente libro con claridad y sencillez, dejando la puerta abierta a la posibilidad de enfrentarnos a los problemas de una manera responsable, sin necesidad de buscar, o sentirnos, culpables.